Este pronunciamiento forma parte de la tradición de auditoría ciudadana del FOSDEH, donde se analiza y evalúa críticamente la gestión inicial de un nuevo gobierno. En este caso, se abordan los primeros 100 días de la administración del presidente Porfirio Lobo Sosa, caracterizados por la continuidad de una crisis estructural heredada, agravada por la polarización política y una gestión débil.
FOSDEH califica la gestión de Lobo con un 4 sobre 10, argumentando que no hay señales claras de cambio ni de una estrategia coherente para enfrentar los desafíos económicos, sociales e institucionales del país. Se denuncia la falta de liderazgo, el hermetismo gubernamental, la militarización de instituciones civiles, el manejo opaco del presupuesto público, y la ausencia de reformas estructurales.
El informe recoge múltiples pronunciamientos mediáticos del FOSDEH y sus voceros en medios de comunicación sobre temas como:
La firma del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea,
El incremento de la inflación por el “paquetazo fiscal”,
La caída de las remesas,
El aumento del endeudamiento interno,
El uso inadecuado de recursos de la Estrategia de Reducción de la Pobreza (ERP),
La devaluación proyectada del lempira,
La creciente inseguridad y los retrocesos en derechos humanos.
Además, se analiza la postura del gobierno frente a la comunidad internacional, la aprobación unilateral de leyes clave como la de Visión de País y la integración de la Comisión de la Verdad sin consenso.
FOSDEH finaliza con un llamado urgente a corregir el rumbo del país y alerta que, sin una transformación profunda del modelo político y económico, Honduras seguirá atrapada en un ciclo de pobreza, desigualdad y deterioro institucional.