Este boletín del FOSDEH examina con agudeza el carácter inédito y preocupante de la política fiscal impulsada por el gobierno de Porfirio Lobo Sosa durante sus primeros 18 meses. En ese breve período, el país fue sometido a cuatro reformas fiscales: Decretos 17-2010, 105-2011, 113-2011 y 42-2011, equivalentes a una reforma cada cinco meses, lo que genera un ambiente de inestabilidad tributaria y alta incertidumbre económica.
FOSDEH documenta cómo estas reformas no obedecen a una visión estructural de justicia fiscal, sino a parches que agravan la regresividad del sistema tributario. Se imponen gravámenes a los ingresos brutos en lugar de las utilidades, afectando desproporcionadamente a pequeñas y medianas empresas. Además, los cambios se implementan en plazos imprácticos, con ajustes contables y legales que deben ejecutarse en menos de 60 días, afectando a la banca, al comercio y a los consumidores.
El boletín también denuncia la creación de un entorno de “impuestos sobre impuestos”, donde se superponen gravámenes sin eliminar distorsiones previas. Destaca cómo se vulneran principios básicos del sistema tributario, como la progresividad, la transparencia y la legalidad. A esto se suma la posible inconstitucionalidad de varios artículos, el retroceso en materia de exoneraciones sociales, y el impacto directo sobre los precios de productos de la canasta básica.
FOSDEH sostiene que las reformas fiscales no han surgido de un verdadero pacto social o fiscal, sino de imposiciones ligadas a compromisos con el FMI y presiones externas, lo que reproduce un modelo donde el costo lo absorbe la población más pobre. Se cuestiona también la coherencia de las reformas con compromisos internacionales como el CAFTA y los acuerdos de la OMC.
El documento concluye que Honduras no necesita más “parches fiscales”, sino una reforma estructural basada en certidumbre, justicia y participación social. FOSDEH reitera la necesidad de un Pacto Fiscal nacional, como parte de un gran acuerdo económico y social verdaderamente inclusivo.