Este análisis del FOSDEH aborda la finalización del Estatus de Protección Temporal (TPS) para Honduras, anunciada por el gobierno de EE. UU. en julio de 2025. Aunque se argumenta que el país ha mejorado desde 1999, el documento demuestra que persisten condiciones estructurales adversas como pobreza, desempleo, precariedad en servicios públicos y desigualdad. Se destaca que el impacto más grave no será económico sino humano, especialmente por el riesgo de separación familiar y la incertidumbre para más de 74 mil hondureños que podrían quedar en situación migratoria irregular. Se hace un llamado urgente a diseñar un plan nacional de retorno y fortalecer la diplomacia hondureña para proteger los derechos de los migrantes.