Este informe constituye una de las valoraciones más completas realizadas por FOSDEH en 2009, en un contexto nacional afectado simultáneamente por una crisis estructural, una crisis financiera internacional y una grave crisis política tras el golpe de Estado. FOSDEH desarrolla una lectura crítica de cómo Honduras ha pasado de una crisis crónica a una crisis reforzada, y ofrece una combinación de diagnóstico, denuncia y propuesta.
El documento identifica que la crisis hondureña no es resultado de un solo actor ni de un solo momento, sino el producto de décadas de malas decisiones económicas, irresponsabilidad fiscal, concentración del poder, y debilitamiento de la institucionalidad democrática. La administración Zelaya, según FOSDEH, exacerbó estas debilidades con improvisación y falta de planificación.