Este documento recoge el análisis crítico del FOSDEH sobre el anteproyecto de ley presentado por el Ejecutivo para racionalizar el régimen de exoneraciones fiscales y controlar el gasto público, en un contexto de fuerte desequilibrio fiscal, creciente endeudamiento y presión del Fondo Monetario Internacional.
Los comentarios abordan cinco temas centrales:
Exoneraciones fiscales: FOSDEH denuncia que estas han sido históricamente utilizadas como instrumento de poder político y económico, generando un sistema tributario profundamente injusto. Se estima que entre 2001 y 2007 las exoneraciones superaron en valor los pagos reales de ISR de las empresas. El documento urge a suspender progresivamente estos beneficios, con criterios técnicos claros y equitativos.
Inestabilidad tributaria: Se documenta que entre 2010 y 2012 se impulsaron 29 reformas fiscales —un récord histórico— lo que genera incertidumbre legal y desconfianza en los agentes económicos. Se critica el carácter retroactivo de algunas disposiciones y su aplicación sin una evaluación de impacto adecuada.
Regresividad del sistema fiscal: El análisis muestra que los hogares más pobres soportan una mayor carga tributaria relativa debido a la predominancia de impuestos indirectos como el ISV. Las reformas recientes han incrementado esta regresividad sin generar los ingresos esperados ni reducir el déficit fiscal.
Costos sociales de las reformas: FOSDEH cuestiona los efectos de estas reformas sobre el empleo, el consumo y la inversión, advirtiendo que los sectores más afectados son los pequeños negocios y la población de bajos ingresos, especialmente en Francisco Morazán.
Comentarios específicos al anteproyecto: Se presentan 18 observaciones detalladas que abordan la falta de transparencia, la concentración del poder presupuestario en el Ejecutivo, la necesidad de una planificación responsable, el fortalecimiento institucional de la DEI, el manejo de subsidios y el riesgo de más endeudamiento vía emisión de bonos.
FOSDEH concluye que el país no necesita más “paquetazos” fiscales improvisados, sino un gran pacto fiscal nacional, basado en equidad, certidumbre, justicia tributaria y participación ciudadana, como base para una transformación económica y social sostenible.