Este informe analiza cuatro décadas de migración hondureña, destacando el crecimiento del fenómeno de 39 mil personas en 1980 a 1.2 millones en 2019 en Estados Unidos. Examina las causas estructurales, como la violencia, la desigualdad, la corrupción, el desempleo, la pobreza, la exclusión social, y los impactos de fenómenos como el huracán Mitch, el golpe de Estado de 2009 y las caravanas migrantes. El documento enfatiza la feminización de la migración, vinculada a la violencia machista y la falta de oportunidades, así como la dependencia económica de las remesas. Plantea que el Estado hondureño no ha asumido una estrategia integral para atender la migración y propone un nuevo marco de políticas públicas que aborde las causas estructurales, promueva la igualdad de género y fortalezca la reintegración de migrantes retornados.