Este análisis elaborado por el FOSDEH presenta una reflexión crítica sobre la creciente incidencia del uso de tarjetas de crédito en el sistema financiero hondureño, y su implicación sobre la economía familiar, el consumo privado y la función del sistema financiero nacional.
Principales hallazgos y ejes temáticos:
Crecimiento sostenido en el uso de tarjetas de crédito:
Entre 2012 y 2015, el número de tarjetas activas pasó de 604,277 a 767,549. El crecimiento promedio anual fue de 7% a 10%, reflejando una expansión significativa de este medio de pago.
Concentración en líneas de crédito bajas:
El 70% del stock de tarjetas se ubica en líneas de entre L 5,000 y L 40,000. Esto evidencia que su uso está centrado en familias de ingresos medios y bajos, como mecanismo de pago inmediato ante la precariedad del ingreso.
Importancia del rubro en el sistema financiero:
Para 2012, el uso de tarjetas representó el 38% de la actividad del sistema financiero. Aunque se redujo levemente a 32–33% en los años posteriores, FOSDEH señala que estas cifras están subestimadas y podrían superar el 50%.
Crítica al rol del sistema financiero:
A través del uso de la Matriz Insumo Producto 2000, se destaca que el 73% de los recursos movilizados por el sistema financiero se destinan al consumo final y no a inversiones productivas. Es decir, el sistema financiero hondureño no está impulsando significativamente la producción, sino que estimula el consumo vía crédito.
Riesgos macroeconómicos y sociales:
Sobreendeudamiento de hogares
Altas tasas de interés
Falta de educación financiera
Fragilidad del sistema ante choques externos
Recomendaciones implícitas:
FOSDEH sugiere reformar el papel del sistema financiero para que funcione como verdadero motor del desarrollo, promoviendo la canalización de recursos hacia sectores productivos y no solamente hacia el consumo.