Este documento analiza cómo las proyecciones macroeconómicas oficiales en Honduras, específicamente las presentadas en el Programa Monetario 2017-2018, generan una imagen distorsionada de la realidad económica y social del país. Si bien se publicitan avances en crecimiento económico, este análisis expone que tales mejoras no se traducen en beneficios reales para la mayoría de la población, que sigue atrapada en condiciones de pobreza, desigualdad y desempleo. Se argumenta que las bases de los instrumentos de política presupuestaria y económica, como el Marco Macrofiscal de Mediano Plazo (MMFMP), están desconectadas de la situación real, puesto que ignoran variables fundamentales como la pobreza estructural y el subempleo generalizado.
El informe subraya que, aunque la tasa de crecimiento económico oficial oscila entre 3.7% y 4.1%, indicadores como la pobreza, que afecta al 65.7% de la población según la Encuesta Permanente de Hogares 2016, y un índice de Gini de 0.51, revelan que la riqueza continúa altamente concentrada y la mayoría de la población no percibe mejorías sustanciales. Además, el desempleo visible y el subempleo invisible afectan al 55% de la fuerza laboral, mientras que los empleos creados son mayoritariamente precarios, temporales o de baja calidad, impulsados por regímenes como el empleo por hora y la maquila.
El documento cuestiona las bases del discurso oficial de progreso económico, señalando que el supuesto crecimiento se sostiene sobre sectores vulnerables y no contribuye a una transformación estructural del país. También critica que las políticas públicas continúan incentivando la exclusión social en lugar de promover un desarrollo equitativo. En conclusión, el FOSDEH advierte que sin un reconocimiento real de la situación de pobreza, desigualdad y desempleo, y sin reformas estructurales profundas, la brecha entre el crecimiento económico y el bienestar de las mayorías seguirá ampliándose, poniendo en riesgo la cohesión social y la estabilidad del país.