Este documento analiza el grave retroceso que implica para Honduras la adopción del principio de renta territorial en su nuevo Código Tributario, publicado en diciembre de 2016. La investigación plantea que, en lugar de fortalecer la lucha mundial contra la evasión fiscal promovida por organismos internacionales como la OCDE, el FMI y la UNCTAD, Honduras se alinea peligrosamente a prácticas fiscales propias de los paraísos fiscales, abriendo la puerta a la fuga de capitales y a la proliferación de empresas fantasma. Se expone que la renta territorial establece que sólo se grava la riqueza generada dentro del país, eximiendo de impuestos a los capitales hondureños que operen en el extranjero, y dejando sin tributar enormes sumas de riqueza obtenida por inversionistas nacionales fuera de las fronteras.
El documento advierte sobre varios riesgos concretos, como la creación masiva de empresas offshore, la fuga de capitales mediante subcapitalización, la instalación de estructuras de evasión agresiva por parte de empresas extranjeras y nacionales, y el debilitamiento de la progresividad fiscal que impactará negativamente en la equidad del sistema tributario. Además, se señala que la implementación de herramientas como el Buzón Electrónico, contempladas en el nuevo Código, podrían facilitar el registro de empresas ficticias que operen únicamente como vehículos de evasión, sin presencia física real en el país.
La investigación también contextualiza cómo otros países de América Latina, como Ecuador, han avanzado en el combate a la evasión mediante reformas estructurales, consultas populares y compromisos de transparencia, en contraposición al camino tomado por Honduras. Finalmente, el análisis concluye que la adopción de la renta territorial no solo implica la pérdida de una herramienta poderosa contra la evasión fiscal, sino que posiciona a Honduras como un territorio de riesgo en la lucha global contra el ocultamiento de riqueza, socavando los esfuerzos de transparencia, equidad tributaria y sostenibilidad fiscal.